viernes, 29 de diciembre de 2006

Lo más de lo más


Lo más de lo más. Lo más cutre entre lo cutre. Lo más ridículo y estúpido. Enciendo el televisor y me encuentro con algo totalmente esperpéntico, digno de las mejores novelas de Valle Inclán. En el programa Dónde estás corazón -que se emite los viernes en Antena 3- le están entrevistando a Isabel Gemio, ahora periodista radiofónica, y la oigo poner a bajar de un burro a los programas del corazón. Nada más paradójico.

Y es que la presentadora extremeña está realizando una crítica feroz al mundo del colorín -curiosamente, no sé si se ha dado cuenta, pero está en un programa de esos haciendo promoción. O sea, que para esto no deben de ser tan malos-. Aún más patético me parece ver cómo los contertulios intenten hacer una defensa a la desesperada de su mundillo podrido, de sus entrevistas y de su ética. Tiene narices también la cosa.

La Gemio -como se la suele llamar- como colmo de los colmos reconoce que ella en su programa de Onda Cero a veces entrevista a personajes del corazón. La muy hipócrita se permite el lujo de disertar sobre lo bueno y lo malo, sobre lo terrenal y lo divino, sobre la fama y el éxito. Y es que hay que tener poca vergüenza cuando uno critica y luego utiliza a los medios para hacer campaña -lo cual es respetabilísimo- sobre la enfermedad de su hijo. Pero hay que ser consecuente.


Tiene todo el derecho a criticarlos y rechazarlos pero no es de recibo que vaya a su casa a insultarlos. Que predique con el ejemplo.

sábado, 23 de diciembre de 2006

Más de lo mismo


Apenas queda un día para Nochebuena -parece ser que una de las noches del año en la que más se ve la televisión- y la programación va a ser un calco exacto de la del año pasado, es decir, lo que voy a ver mañana ya lo he visto los últimos 23 años de mi vida. Y me pregunto, ¿es que no hay nadie al que se le puedan ocurrir ideas un poco más originales?


Después del tipiquísimo mensaje navideño del Rey -que, para asombro de cualquiera dada su interminable verborrea es uno de los momentos más vistos del año- llega Raphael -cómo no- cantándonos sus mayores éxitos, los villancicos, acompañado de otras viejas glorias que cantan a la Navidad.

Me parece fenomenal que se apueste por actuaciones musicales pero es que ya me canso un poquito de ver todos los años exactamente lo mismito. Ya es hora de que nos oferten programas un poco más variados -no digo que el show de Raphael no sea de calidad, sino que, año tras año las mismas caras y las mismas actuaciones, se hacen pesaditas-. Ya veremos qué nos ofrecen en Nochevieja, aunque me temo que no pasaremos de los típicos cotillones horteras en los que salen cuatro petardos riéndose y con la copita de champán.

Luego dicen que es la noche del año en la que más se sale. Cómo no. A ver quién es el valiente que se atreve a quedarse en casa a ver tanta estupidez. Lo veremos en tan sólo 8 días.

domingo, 17 de diciembre de 2006

Hasta en la sopa


Hasta en la mismísima sopa. Y nunca mejor dicho. Aquí hay tomate -programa cutre donde los haya y que goza del beneplácito del público- ahora se va a emitir incluso los sábados bajo el título El tomate weekend. Alucinante. Y es que ya no saben qué sacar.

Resulta que los ejecutivos de Telecinco se han planteado cómo batir récords de audiencia en las sobremesas del fin de semana y no se les ha ocurrido mejor idea que hacer una versión del tomate, en la que se vendían como novedades la indecente toma de pelo a una anciana que no entendía inglés. Me parto y me mondo de risa con estas cosas -como diría Paco León, "el Luisma" en la excelente serie Aída-.
De todas formas, no sé qué es peor: si este programa o esos telefilmes de dudosa calidad que en estas fechas, por si fuera poco, narran historias inenarrables -valga la redundancia- sobre la Navidad. Infumables.
Y yo me pregunto, ¿por qué no se ha pensado en emitir Caiga quien caiga u otro programa un poquito -tampoco pide mucho más- más interesante y por qué siempre se recurre a los mismos bodrios? Además, se corre el riesgo de quemar el producto, como diría Risto Mejide.

Ya veremos lo que dura en antena.

martes, 12 de diciembre de 2006

La empanadilla de Martes y Trece



La famosa empanadilla de Martes y Trece -aquel maravilloso sketch que nos sigue robando una sonrisa cada que lo vemos, aunque lo hayamos visto millones de veces- resulta que es uno de los momentos estelares, según los españoles, de la historia de la televisión en nuestro país.
Al parecer, el programa "La imagen de tu vida" -que indaga en el archivo de RTVE y que rescata las mejores imágenes de este medio siglo de vida de la televisión- ha sido un rotundo éxito de audiencia. Este espacio trata de aprovechar el magnífico y, por otra parte amplísimo archivo televisivo. En dos programas especiales se rescatarán del olvido los momentos más recordados y aplaudidos de estra caja de luz.
Éste es, sin duda, uno más de los actos previstos para celebrar este especial cumpleaños de la caja tonta, entre los que se debemos destacar la fabulosa gala de conmemoración de los 50 años de televisión emitida este fin de semana donde lo más destacado fueron las actuaciones estelares de artistas del presente cantando gracias a las nuevas tecnologías a dúo con viejas glorias del panoramaa artístico ya fallecidas. Todo un éxito, vaya, que además tuvo elevados índices de audiencia.

El fenómeno Risto

La que se ha organizado con este tipo -Risto Mejide para los amigos-. Resulta que si algún estadio nos quedaba para rozar lo ridículo y lo surrealista, este publicitario de 31 años lo ha conseguido y sin mucho esfuerzo. La clave de su éxito se basa en los malos modos, en llevar unas gafas de sol en el programa de OT cuando participa como jurado -cosa, por cierto, de bastante mala educación y de dudoso gusto- y gracias a sus ya archiconocidas frases célebres tales como "eres un producto y no estás en operación cachas" o "eres un hortera,estra edición echaba en falta a un hortera y gracias a tí me quedo tranquilo. No estás nominado. Estás nominadísimo". Menudas perlitas.
Lo que más me llama la atención es que este sujeto, que no concede entrevistas y nomina a los concursantes cruelmente -se ha llegado a dudar que se trate de un papel-, parece ser que, a parte de subir la audiencia como la espuma cada vez que aparece, es el creador de la campaña publicitaria de BMW de Bruce Lee -todo un crack-. En fin, que este sujeto tan antipático se ha convertido en aquello que él exige a los triunfitos: un producto. Y yo me pregunto: ¿Cómo puede ser que semejante elemento se haya convertido en más importante que el propio programa? Quién sabe...

lunes, 11 de diciembre de 2006

Un día muy especial


Ayer, 10 de diciembre, se celebró el Día Internacional de la Radio y de la Televisión. Se trata pues de un momento idóneo para reflexionar sobre la situación en la que se encuentran los medios audiovisuales, especialmente nuestra querida caja tonta.
En este sentido, no podemos dejar de analizar y sorprendernos por todo lo que ha cambiado la caja de luz desde que comenzasen sus primeras emisiones. Hemos llegado a límites insospechados o si no, ¿quién suponía que se televisaría la llegada del hombre a la luna?, ¿quién pensaba que se llegasen a encerrar 10 personas en una casa llena de cámaras de televisión? o ¿quién podría haber imaginado que se televisaría en directo el mayor ataque terrorista de la historia? Increíble, ¿no es cierto?
La Unión Europea, con motivo de la celebración internacional de este día, ha hecho balance de la trayectoria de la televisión y, como consecuencia, ha anunciado que exigirá que todos los estados miembros dispongan de una autoridad televisiva competente e independiente que ayudará, a su vez, a renovar la directiva de Televisión Sin Fronteras. Además, pretende regular los límites de la publicidad -por cierto, lo que faltaba, porque tienen la intención de aumentar los minutos mínimos permitidos para emitirla. Loable iniciativa que veremos si llega a buen puerto.

Artículo relacionado: El correo digital

jueves, 7 de diciembre de 2006

Antena 3 es merengue

Me sorprende todo lo que se les ve el plumero a ciertas cadenas de televisión -y hablo de Antena 3-. Cada vez que enciendo el televisor y veo este telediario -ya sea la edición de la mañana, la tarde o de la noche- siempre se abre la sección de deportes con el fútbol -deporte rey por excelencia de este país aunque desde aquí recuerdo que hay vida después de él- y especialmente con el Real Madrid.
Al principio pensé que se trataba de una mera coincidencia. Más tarde me incliné por deducir que quizá se emitiese tanto merengue porque era el equipo que más aficionados tenía en el territorio nacional. Pero es que ha llegado un momento en el que, ocurra lo que ocurra en el panorama deportivo, siempre se busca la imagen del Real Madrid. Es más, en ocasiones, frente a otro logro deportivo -como puede ser una buena clasificación de un tenista español- me atrevo a decir que se siguen concediendo más minutos a los merengues, sin olvidar que en las informaciones referentes a la liga española parace que no juegan más equipos. El Athletic sólo aparece un par de minutos si juega contra los blancos.
Aceptemos que, en efecto, el Real Madrid suscita cierto interés. Comprendo que cada cadena suele abrir sus espacios deportivos con las informaciones referentes a los eventos que televisa -Telecinco nunca abrirá con la Champions si puede hacerlo con la Fórmula 1-. Dejando de un lado los intereses comerciales, lo que no es de recibo es que no se tengan en cuenta elementos de evaluación periodísticos como la relevancia de la información. Debería primar un poco más el rigor periodístico y valorar las noticias más importantes del día dejando en un segundo plano los intereses publicitarios y de retroalimentación de las cadenas. Dicho queda.

jueves, 30 de noviembre de 2006

Descanse en paz

He leido hoy en el periódico una noticia que me ha parecido de los más alarmante. Al parecer, cada vez se emiten menos películas por televisión, lo que viene a decir que el cine está en las últimas. Descanse en paz.
No creo que se trate de que cada vez interesa menos. De hecho, sirva como ejemplo que el programa La noche de, que se emite en EITB es todo un éxito de audiencia. Lo que estamos viviendo es el avance del sensacionalismo en detrimento de lo cinematográfico, esto es, se está apostando por la basura en vez de por los contenidos de calidad. Así de simple.
No me creo que si se emite una buena película en prime time, y no a las 12 de la noche como suele ocurrir, tengan poca audiencia. No menospreciemos la inteligencia del espectador sin menospreciar la nuestra propia como telespectadores también.
Otro elemeto importante que se destacaba en la noticia es que se presta más atención al cine extranjero que al nacional. ¿No debería hacerse un esfuerzo -ya sabemos que cuesta pero merece la pena- y deberían promocionarse películas españolas, de jóvenes directores y así se crearía escuela y afición por este apasionante mundo? Es que me resulta paradójico que se sugiera que el cine está medio muerto y que no es rentable en televisión cuando, si se le pregunta a cualquiera, entre sus aficiones favoritas siempre se cita el cine. ¿Alguien me lo puede explicar?

El polémico documental "El marido de Lola"

Cualquier día de estos los muertos se levantan de la tumba, especialmente los de la familia Flores (Lola y compañía). Me encuentro con que después de más de 10 años muertos, vuelven a convertirse en los protagonistas de la actualidad rosa -o mejor, de la actualidad más estúpida y desvergonzada-.
Telecinco, con su programa estrella a la cabeza -El Tomate para los amigos- ha decidido desempolvar el baúl de lo indecente y emitir unas parcelas de la vida privada de viejas glorias del panorama artístico nacional que exceden los límetes de la vulgaridad y lo soez. Lo que es más, tras la decisión judicial de no emitir el documental, titulado El marido de Lola, la cadena ha organizado una campaña televisiva que se alimenta de esta decisión y les sirve para rentabilizar, aún más si cabe, la emisión del documental. A esto le llamo yo sacar provecho a todo.
Si ya era increíblemente ridículo que se dedicasen a sacar noticias de donde no las hay y tratasen de hundir a personajillos del papel couché, me crispa que se trate de echar mierda, con perdón, sobre los muertos. Encarna Sánchez, Félix Rodríguez de la Fuente...Y ahora le toca a Lola de España -pseudónimo con el que se conoce a La Faraona en el mundillo artístico-.
No es que pretena dar clases de moral pero una cosa me enseñaron de pequeña es que si a los vivos se les respeta, a los muertos más porque no se pueden defender.
Sorprende, por otra parte - y conste que sería un buen punto de partida para analizar la sociedad- que dado que se ha prohibido su emisión, la gente ande como loca por poder visionar el dichoso documental. Y yo me pregunto, ¿cómo se puede ser tan cotilla?¿En qué punto está la sociedad y, por extensión, la televisión, fiel espejo de la realidad?
Por el contrario, en otras cadenas van mejorando su oferta -aunque no me atrevo a afirmarlo categóricamente. Al menos, un primer paso dio ayer Antena 3 al emitir la famosa prueba del polígrafo a Amedo, implicado en la trama de los GAL. Tema interesante donde los haya y, por primera vez, veo que en un programa que trata la actualidad rosa se dan cabida a temas más interesantes que saber si Fulana de tal se emborrachó en tal fiesta. Que sirva de ejemplo.

martes, 28 de noviembre de 2006

Examen de conciencia

Este año, como ya se ha dicho hasta la saciedad -y el que no se haya enterado es porque no está en este mundo- RTVE ha soplado 50 velas con motivo del aniversario de su primera emisión. Parece mentira pero la caja tonta cumple años y hace ya más de medio siglo desde que un 28 de octubre de 1956 a las 20.30 comenzase la andadura de nuestra inseparable compañera de fatigas -ese día en Madrid sólo había 600 televisores-.
Cierto es que todos la criticamos, pero no podemos negar que forma parte de nuestra vida, de nuestra historia y, en definitiva de la historia de España y del Periodismo, por lo que, llegados a este punto, no está de más hacer examen de conciencia y escarbar en la memoria para repasar con fidelidad lo que ha sido y es la televisión.
No debemos olvidar aquellos comienzos en blanco y negro, aquellos documentales, el NODO, los concursos, la Bola de Cristal... Tantos y tantos programas que está grabados en la memoria de todos nosotros. La pregunta que nos debemos hacer es cómo ha cambiado, reflexionar sobre su pasado para poder mejorar el futuro, y analizar los puntos fuertes y los débiles para que continúe siendo un referente en nuestras vidas.
Por lo tanto, felicidades a RTVE ya que, al fin y al cabo, la historia de TVE es la misma que la de la televisión, la de todos nosotros en definitiva.

lunes, 27 de noviembre de 2006

El futuro de la tele


El futuro de la televisión es incierto. Ésta es la conclusión a la que han llegado expertos de todo el mundo tras analizar la situación actual del mundo de la comunicación. Al parecer, Internet se convertirá en el medio por excelencia en detrimento de la caja tonta y las televiones digitales, aquellas que ofertan los famosos canales a la carta, serán las favoritas por los telespectadores.
Sin duda, la televisión está cambiando y esto derivará, al parecer, en que su futuro pasa por una mayor oferta de teleseries y por los exitosos realities. Sorprendente.
Sin pretender ser agorera, si el sino de este medio de comunicación únicamente pasa por estos dos elementos, mal lo tenemos. En cambio, si basamos nuestra oferta en calidad, rigor, independencia e investigación, en ese caso sí que se trataría de un futuro más que prometedor.
Hablo de investigación pero, claro, hay que tener en cuenta que el Reino Unido destina anualmente para la investigación aproximadamente 250 millones de euros, mientras que aquí, en España, la cifra se reduce hasta unos míseros 60 millones. Y es que con estos datos ¿qué más se puede pedir? De manera que una de las posibles soluciones para hacer frente a este destino tan poco alentador sería destinar más dinero e invertir más en productos de calidad. De esta forma puede que se rentabilice el coste y ahí puede residir el futuro de nuestra querida caja tonta. Ahí queda eso.
Artículo sobre el futuro de la televisión

viernes, 24 de noviembre de 2006

Ya era hora

Hoy al abrir el periódico me he encontrado con una grata sorpresa. Y es que es que las buenas noticias cada vez son más escasas. Me encuentro con que mañana se estrena un programa en TVE1 en el que se van a emitir una serie de reportajes de interés humano con las aportaciones y declaraciones de los protagonistas. En resumidas cuentas: un producto de calidad que al fin algún empresario valiente se atreve a enfrentar en el horario de máxima audiencia a la todopoderosa Dolce Vita.
Lo cierto es que en otras ocasiones se emiten documentales y reportajes de calidad pero a horas intempestivas. Cada vez que se anuncia algo que me interesa, resulta que se emite a las 00.00 horas, cuando yo ya llevo un rato en la cama y no puedo permitirme el lujo de qudarme hasta las 3 viendo la tele porque si no, al día siguiente, a ver quién es el guapito que va al máster.
Lástima que haya tenido que ser una cadena pública la que diese el paso de emitir en horario de prime time una oferta de calidad -para el que le interese, este sábado se recogerán testimonios de dos personas a las que se les ha practicado un transplante de cara-. Me encantaría que también las privadas fuesen valientes y, por una vez, arriesgasen. Que no se subestime la inteligencia de los espectadores planteando que se emiten programas rosas porque la gente es lo que demanda. Démosle una oportunidad al programa y veremos lo que dura.

jueves, 23 de noviembre de 2006

De vergüenza


Increíble. La verdad es que no lo acabo de digerir. Hace un momento he encendido la televisión y me encuentro con que los concursantes de Gran Hermano están pidiendo a los telespectadores que apadrinen a un niño en una muestra de infinita generosidad. Lo sorprendente es que, tan sólo cinco minutos después, oigo a uno de los concursantes -Dani Rubio- decirle a una mujer: "Te voy a traer unas rodilleras para que friegues mejor el suelo" o perlitas como "la mujer está para dar de comer al hombre y procrear". Menudo sinvergüenza, con perdón, y eso que presume de ser periodista y culto. Culpa también de la organización del programa que no le expulsa. Alguno defenderá que este sujeto lo dice en broma, pero es que, señores, hay cosas que no se deben decir ni en broma, sobre todo cuando acaba de morir otra mujer asesinada a manos de su pareja hoy mismo. Y van 61 este año.

De todos es sabido que los responsables del cásting de este programa buscan los especímenes de laboratorio, pretenden meter la flor y nata de la sociedad española, que además ayudará a la cadena a retroalimentarse de estos personajillos durante los próximos años, pero es que este año se han lucido. Una cosa es que los realities busquen fórmulas para entretenernos con sus disputas, sus risas y sus lloros y otra historia es el punto de indecencia al que se ha llegado.
Transmitimos a los chavales que ven el programa unos valores muy negativos. Menos mal que cada vez ven menos la tele...Se ha llegado a un grado de irrespetuosidad absoluto con la mujer, de incultura, de falta de principios. Estos individuos me indignan. En fin, una vergüenza. Así nos va luego.

miércoles, 22 de noviembre de 2006

Pérdida de credibilidad

Anteayer se publicó un estudio sobre el consumo de la televisión en España y no pudo ser más revelador: cada vez menos jóvenes ven la caja tonta. Esta conclusión sin duda traerá cola, ya que, otro de los datos más llamativos, es que la gente mayor -especialmente los de edades superiores a los 65 años- son los que más la consumen. Parece que Internet le está comiendo la tostada a la televisión.
Si los directivos de las cadenas quieren atajar este problema, no les va a quedar otra que cambiar la programación y ponerse a meditar nuevas fórmulas que resulten más atractivas porque está claro que la gente joven ha emitido su veredicto: contenidos a la carta, foros participativos y buenos contenidos, esto es, lo que no oferta la televisión. No quiero ser catastrofista y sentenciar la muerte de este bienamado medio de comunicación, pero es que el respetable lo deja claro: o se mejora o se deja de consumir. Será por ofertas...
Todo esto, mirado desde un punto de vista práctico, a los telespectadores quizás nos ayude a poder disfrutar de una mejor programación, de más calidad en los contenidos y a poder incorporar de una maldita vez el dichoso rigor que tanto tiempo se lleva reclamando ya que parece que a la gente no sólo le gusta ver El diario de Patricia.
Otro apunte: los andaluces son los que más tiempo ven la televisión al día y los vascos nos colocamos en un más que honroso 5º puesto. Si es que somos de Bilbao...

lunes, 20 de noviembre de 2006

Typical spanish


Según se ha publicado estos días, allá en oriente, en el lejano país de China, ha tenido un grandioso -y por otra parte inesperado- éxito un formato similar al Mira quién baila español. En realidad sí que es un programa interesante, entretenido, en el que al menos los concursantes se esfuerzan por mejorar, aprender, y cuyo fin no es el lucro personal sino el altruísta objetivo de poder donar lo que se gana a una ONG. Veremos si este formato consigue mantenerse en el país asiático.

Lo que sí que es una realidad es que este tipo de formatos suelen desgastarse con facilidad. Esta regla se da en todos los países excepto en el nuestro (ya se sabe, la excepción que confirma la regla). Lo que está claro es que nuestra humilde morada, esto es, España, sigue siendo -como decía aquel- el país de las palmas y de las chirigotas. Otros formatos que en otros países no han tenido éxito, aquí continúan reventando los audímetros. Me refiero, por ejemplo, al caso del archiconocido y archidenostado Gran Hermano que en otros países ya en la segunda edición fracasó y aquí ya vamos por la octava. Y lo que queda.

Tendrían que analizarse con mucho detenimiento nuestros especiales y estrambóticos gustos, al parecer y sin ánimo de ofender, por lo hortera, lo soez, el insulto y el todo por la pasta. Ya se sabe, typical spanish.

viernes, 17 de noviembre de 2006

Basta ya de "operación Malaya"


A lo largo de los últimos días cada vez que prendo la caja tonta no aparece otra persona que no sea Maite Zaldívar en el momento de salir de la comisaría tras permanecer detenida y prestar declaración ante el juez Miguel Ángel Torres.
Llevamos con la dichosa "operación Malaya" un montón de meses y cada vez que se producen nuevas detenciones se llenan más y más horas de televisión. Cierto es que el tema es interesante y que por su importancia merece ser atendido pero, en algunas ocasiones, me parece desmedido el tratamiento informativo que se le da. Sí, lo acepto, es un fraude, un robo, una vergüenza, un atropello. Pero en el mundo ocurren más cosas y deberían ser tratadas también.
No estoy en contra de que se dé información sobre este escándalo y que se destapen otros grandes pufos urbanísticos, entendedme. Pero es que ya uno se aburre de ver todo el rato lo mismo durante semanas y semanas.

La prueba del polígrafo, hasta en la sopa


Parece ser que la moda de las tertulias rosas propias de las sobremesas de este país ha impuesto una nueva categoría digna de ser catalogada como la estupidez elevada a la máxima potencia. Me refiero a la ya archiconocida prueba del polígrafo, formato que comenzó en un conocido programa de Antena 3 y que, dado el éxito obtenido, ha sido copiado por la cadena de la competencia.
Desde luego los comentarios sobran, pero es que parece que la gente no se aburre de ver a los famosillos de turno contando sus intimidades mientras el público abuchea cada vez que se da una respuesta que no convence del todo. Llegados a este punto entraríamos en la eterna duda de si los espectadores consumen este tipo de sinsorgadas porque les gusta y las cadenas de televisión, en su buen propósito, se lo ofrecen o si, por el contrario, los telespectadores consumen lo que les damos. En fin, el eterno dilema.
En cualquier caso, lo cierto es que este aparato podría ser utilizado para que personalidades más importantes -y más interesantes, por descontado- se enfrentasen a otro tipo de cuestiones y no para ver si Fulana de Tal es todavía virgen, tal y como afirma la novia de su padre que además es primo de aquella que entró en Gran Hermano. En fin, un rollo.

miércoles, 15 de noviembre de 2006

La inmigarción y su deficiente tratamiento informativo


Los profesionales de la información han hecho examen de conciencia estos días sobre el fenómeno de la inmigración y su tratamiento televisivo y lo cierto es que las conclusiones a las que han llegado no son demasiado esperanzadoras. Los participantes, en un coloquio de la Asociación de la Prensa en Madrid, han llegado a la conclusión de que el tratamiento informativo del fenómeno de la inmigración es deficiente, simplista y que se le dedica poco tiempo.

Es positivo, productivo y tremendamente esencial y necesario que se realicen este tipo de propuestas y reflexiones para la mejora de los espacios informativos en televisión y no sólo en las públicas, que como ya sabemos cumplen una función social primordialmente. Más interesante todavía me parece que no se reflexione solamente a posteriori , ya que es vital para recuperar la credibilidad y la mejora del producto televisivo tratar con especial delicadeza estos fenómenos a los que los ciudadanos se sienten tan sensibles.

Que no se vuelva a llegar a la conclusión de que, por la rapidez y la inmediatez del medio, no se tratan los temas en profundidad. Esto es cierto pero también lo es que, en vez de más Gran Hermano, sería interesante que nos ofertasen programas de investigación de este fenómeno, por ejemplo.

Lo más triste de todo es que los propios profesionales justifican este supercial e insuficiente tratamiento informativo al argumentar que la televisón es especialista en dar soluciones simples a problemas complejos. Que cada uno reflexione pero, ¿es esto justificable?

Sin límite de publicidad

Es un verdadero disparate la noticia que ayer saltaba a los medios: los ministros de cultura de la UE acordaban que a partir de ahora no existiría el límite de un máximo de 3 horas al día de publicidad en la televisión. Las reacciones, como no podía ser de otra manera, no se han hecho esperar.
Las asociaciones en defensa de los consumidores han denunciado que, gracias a esta medida, los telespectadores quedamos en una situación de total desamparo. Si hasta ahora que había "límite" ha habido cadenas de televisión en las que los períodos publicitarios duraban más de 15 minutos seguidos, ¿qué será de nosotros, pobres consumidores, si ya no hay freno para las cadenas?
Me sorprende sobremanera que los ministros de tantos países puedan tomar este tipo de decisiones que, sin lugar a dudas, benefician a los ingresos de los caneles de televisión por aumento en las partidas de publicidad. Todo esto sería positivo si, al menos, repercutiese en un aumento considerable de la calidad de los productos que se nos ofertan pero sospecho que no será el caso.
No cabe duda de que estas decisiones lo único que consiguen es que los ciudadanos nos sintamos desprotegidos -veremos si no tienen que dar marcha atrás dada la alarma social generada- y a lo que nos empujan es a buscar otras ofertas en los canales de pago y temáticos, que ni nos ofrecen publicidad ni nos dan productos de pésima calidad.

lunes, 13 de noviembre de 2006

Por fin una oferta que merece la pena


Siempre que hablamos de la televisión nos referimos a ella como "la caja tonta", expresión totalmente incomprensible desde el punto de vista intelectual de todo aquel consumidor de este medio -esto es, de todos nosotros- dado que, si tan tonta es, ¿por qué la vemos?


No cabe duda de que así se la denomina porque desde el principio de los tiempos se ha concebido como un medio de comunicación destinado al entretenimiento, a la distracción y, por desgracia, se ha dejado de lado el tan necesario rigor periodístico. Por eso mismo es la caja tonta: porque todo lo que nos ofrece nos lo "tragamos", sin reflexionar sobre lo verdadero o lo falso, sobre lo oportuno o lo inoportuno.

Sin embargo, debo confesar que ayer me llevé una grata sorpresa al encender este maldito aparatejo. Por primera vez en mucho tiempo me encontré con una oferta de gran calidad -debo admitir que no me lo esperaba-: Una buena película en la noche del domingo en una cadena pública. Ni más ni menos que Mar Adentro, la espléndida película de Amenábar considerada por muchos como un canto a la libertad -en contra de la opinión de otros tantos que defienden que se trata de las tendencias suicidas de un enfermo terminal-.


Al margen de todas estas apreciaciones, debe felicitarse a TVE al atreverse a proyectar este filme ya que contiene altas dosis de dignidad -en el sentido fílmico, al menos-. No se trata de una de esas bazofias a las que nos tienen acostumbrados en las que sólo se ve violencia, sangre y destrucción. Estamos necesitados de cintas que dejen paso a los sentimientos y a valores tan importantes como la reflexión sobre la vida, la muerte, la dignidad humana y la libertad. Ya era hora de que se nos ofretase algo digno de ver y no esas ridículas películas que no ofrecen nada más que el lucimiento de un individuo en las artes marciales- con todo el respeto para aquel a quien le gusten-.