
El país se paralizó a las 17.00 horas de la tarde de este martes. ¿Un atentado terrorista? ¿Un tsunami?¿O tal vez un terremoto? No señores, no. Nada más ni nada menos que Farruquito entrando en la prisión que le acogerá durante los próximos tres años. Increíblemente desmesurado el seguimiento que se ha realizado de este sujeto por parte de las cadenas televisivas que incluso interrumpieron la programación para retransmitir el acontecimiento en directo. ¿Estamos locos o qué?
Cierto que este sujeto suscita cierto interés entre la población de la España profunda -o quizás no tanto- pero es que se elevó a la categoría de información de interés general hasta el punto de aparecer en el telediario. Vergüenza nos tenía que dar.
Como siempre, se nos olvida la diferencia entre interés público -noticias que influyen en la vida de los ciudadanos por su relevancia- e interés del público -que alimenta el morbo, el sensacionalismo y lo soez, ya que no aporta nada a nuestras vidas más que la mera curiosidad y el cotilleo-. Dicho esto, los periodistas deberíamos aplicarnos el cuento y no caer en la trampa de la prensa rosa porque, si por algo debemos diferenciarnos de ellos, es por el rigor informativo y la defensa del tan denostado interés público. He dicho.
Cierto que este sujeto suscita cierto interés entre la población de la España profunda -o quizás no tanto- pero es que se elevó a la categoría de información de interés general hasta el punto de aparecer en el telediario. Vergüenza nos tenía que dar.
Como siempre, se nos olvida la diferencia entre interés público -noticias que influyen en la vida de los ciudadanos por su relevancia- e interés del público -que alimenta el morbo, el sensacionalismo y lo soez, ya que no aporta nada a nuestras vidas más que la mera curiosidad y el cotilleo-. Dicho esto, los periodistas deberíamos aplicarnos el cuento y no caer en la trampa de la prensa rosa porque, si por algo debemos diferenciarnos de ellos, es por el rigor informativo y la defensa del tan denostado interés público. He dicho.