miércoles, 3 de enero de 2007

Los Simpson siempre están de moda


Si en el panorama actual -y me atrevería a decir que en los últimos 10 años, aunque en EE.UU lleva casi 20 años en antena- hay una serie que merezca todos mis respetos y unos minutos de estudio es Los Simpson, esa parodia tan acertada de la sociedad americana y, por qué no decirlo, también de la española.

Si algo hay que me sorprende es que, a pesar de que cada día se emiten capítulos repetidos y de que tengo la habilidad de, en tan sólo tres minutos, averiguar de qué capítulo se trata -me los sé todos de memoria-, lo alucinante, repito, es que los sigo viendo. Más aún, me sigo tronchando con las travesuras de Bart y las idioteces de Homer. Y es que, ¿quién no conoce un señor Burns o una sensata Marge? Nada más divertido que poner un Homer en tu vida.

El éxito de la serie reside en que todos nos sentimos identificados con un personaje, con un habitante de este pueblecito que nadie sabe dónde está -Springfield-y su secreto está en que nos atraen sus cada día más extravagantes historias.

Felicito, pues, a los programadores de Antena 3 y los emplazo a que continúen con esta fabulosa serie, aunque me gustaría que no se repitiesen tanto. Ardo en deseos de ver la película que se estrena este año. La cosa promete.

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