jueves, 18 de enero de 2007

Farruquito, a la cárcel


El país se paralizó a las 17.00 horas de la tarde de este martes. ¿Un atentado terrorista? ¿Un tsunami?¿O tal vez un terremoto? No señores, no. Nada más ni nada menos que Farruquito entrando en la prisión que le acogerá durante los próximos tres años. Increíblemente desmesurado el seguimiento que se ha realizado de este sujeto por parte de las cadenas televisivas que incluso interrumpieron la programación para retransmitir el acontecimiento en directo. ¿Estamos locos o qué?

Cierto que este sujeto suscita cierto interés entre la población de la España profunda -o quizás no tanto- pero es que se elevó a la categoría de información de interés general hasta el punto de aparecer en el telediario. Vergüenza nos tenía que dar.

Como siempre, se nos olvida la diferencia entre interés público -noticias que influyen en la vida de los ciudadanos por su relevancia- e interés del público -que alimenta el morbo, el sensacionalismo y lo soez, ya que no aporta nada a nuestras vidas más que la mera curiosidad y el cotilleo-. Dicho esto, los periodistas deberíamos aplicarnos el cuento y no caer en la trampa de la prensa rosa porque, si por algo debemos diferenciarnos de ellos, es por el rigor informativo y la defensa del tan denostado interés público. He dicho.

1 comentario:

Naiara Vink Larruskain dijo...

La televisión está muy desgastada. Muestra de ello, lo que has comentado en tu última entrada: Farruquito ingresa en prisión. Lo peor no es que se paralizara el mundo, como has dicho. Lo peor es el tratamiento informativo que se le ha estado haciendo a este asunto desde que hace ya algunos años, el bailaor matara a Benjamín Olalla. Una vergüenza. Morbo y sensacionalismo.

En definitiva, el público ve lo que le da la gana ver y punto. Y una pare my importante de nuestro país ve morbo. Así están las cosas.